La actuación del rapero fue magnífica y con un fuerte mensaje
Este año, Kendrick Lamar honró al mundo con el espectáculo más político y revolucionario que jamás haya presenciado la Super Bowl. El rapero de Compton equilibró magistralmente su catálogo, ofreciendo a los fans una muestra de sus éxitos y, al mismo tiempo, sumergiéndose en sus reflexiones más intelectuales. Además, todo el evento parecía una protesta y una señal de revolución, todo ello mientras el presidente Donald Trump estaba presente.
‘Not Like Us’, canción que Kendrick escribió a Drake, fue uno de los éxitos más destacados del año pasado, y obtuvo mil millones de reproducciones en Spotify y cinco premios Grammy, incluida la canción del año.
Pero hubo dudas sobre si Kendrick la cantaría (o incluso si podría tocarla) en la Super Bowl, después de que Drake presentara una demanda por difamación por una letra que lo calificaba de depredador sexual, lo cual él niega.
Kendrick se inclinó ante el dilema, provocando la canción una y otra vez durante su presentación, antes de finalmente darle al público lo que quería.
Pero apartando todo el tema conflicto, K.Dot nos deleito con un show que fue impecable, demostrando una vez más lo gran artista que es, y junto a SZA, que aportó a que el show fuera un gran espectáculo.